Trabajo como especialista en educación sobre la naturaleza a tiempo parcial en el Centro de Conservación de la Naturaleza, llevando a cabo proyectos Erasmus+, principalmente para cultivar la alfabetización ecológica entre los jóvenes. Desde que estudié biología en la ODTÜ (Universidad Técnica de Oriente Medio) me gusta mucho estar en la naturaleza para observar pájaros, mariposas, flores silvestres, lo que explica por qué me dedico a intentar que la gente, sobre todo los jóvenes, conecten con la naturaleza. También escribo artículos para revistas infantiles de divulgación científica, por supuesto principalmente sobre temas de ecología. Mi primer libro ilustrado: «Roble, ¿quieres ser mi amigo?» fue publicado por TEMA. «La ballenita que tenía miedo de dormir» y «¿Cómo escalar el Everest?» fueron publicados por Potikare. Todas estas obras permiten compartir mi pasión por la naturaleza al tiempo que educan a otros sobre la importancia de la conservación y la sostenibilidad.
Creo que la alfabetización ecológica es crucial porque capacita a las personas para comprender las complejas interacciones entre los seres humanos y la naturaleza. Fomentando la alfabetización ecológica podemos promover prácticas sostenibles, preservar la biodiversidad, mitigar el cambio climático y garantizar el bienestar de las generaciones futuras. Nos permite tomar decisiones informadas que benefician tanto a las personas como al planeta, lo que conduce a una relación más armoniosa y resistente con la naturaleza. También me interesan el mindfulness, la neurociencia y la psicología, así que cuando diseño actividades de educación sobre la naturaleza intento pensar en una perspectiva multidisciplinar y holística que pueda mejorar la comprensión y el aprecio del mundo natural por parte de la gente.
Vivimos en un mundo complejo y a menudo estresante. Es importante reconocer los retos a los que nos enfrentamos y dar prioridad al autocuidado y al bienestar mental. Encontrar momentos para volver a conectar con la naturaleza, practicar la atención plena y buscar el apoyo de los seres queridos puede ayudarnos a atravesar las complejidades de la vida con más resiliencia y equilibrio. Siempre se lo digo a los jóvenes: Acuérdate de cuidarte en medio del ajetreo de la vida cotidiana. Los jóvenes necesitan estas palabras porque les orientan para navegar por las complejidades de la vida moderna al tiempo que subrayan la importancia del autocuidado y la conexión con la naturaleza. En el acelerado mundo de hoy, en el que el estrés y las distracciones son frecuentes, es crucial que los jóvenes den prioridad a su bienestar mental y desarrollen una comprensión más profunda de su relación con el medio ambiente. Promoviendo la alfabetización ecológica y la atención plena, les dotamos de las herramientas necesarias para tomar decisiones con conocimiento de causa, fomentar la sostenibilidad y cultivar la resiliencia ante los retos. Animar a los jóvenes a cuidar de sí mismos y de su entorno les capacita para llevar una vida plena y contribuir positivamente al mundo que les rodea.