Soy distribuidor de una compañía de teatro desde hace 8 años y nos dedicamos a crear espectáculos para niños y familias. Soy autodidacta, pero me han ayudado muchas personas. Luego hice un curso profesional sobre este tema y descubrí gratamente que lo que hacía estaba bien y me reafirmó para seguir en la misma línea. Los aspectos positivos de mi profesión son que me gusta y enriquece lo que hago, me da mucha autoestima y me hace feliz. Las habilidades y competencias necesarias para desarrollar mi trabajo son básicamente escuchar mucho a la gente para saber lo que les gusta y poder ofrecérselo; hablar con mucha pasión de lo que hacemos; tener mucha paciencia.