Soy agente de la propiedad inmobiliaria desde hace más de 13 años. Esta profesión no requiere estudios específicos, aunque soy licenciada en Derecho, lo que me ayuda a desarrollar mi trabajo, aunque no es necesario tener una titulación para ejercer.
Considero que los aspectos positivos de mi profesión son el trato con la gente, que puedo ayudar a las personas en sus necesidades de vivienda, y que es un trabajo muy variado lo que hace que nunca haya lugar para el aburrimiento.
Las habilidades y competencias necesarias para desarrollar mi profesión son muy variadas: hay que ser un poco psicólogo porque tengo que detectar las necesidades de los clientes, saber tratar con todo el mundo; también conocimientos jurídicos por la parte de los contratos; también habilidades de marketing, conocimientos de lingüística y gramática para saber redactar los anuncios y captar la atención de la gente; también conocimientos informáticos comunes que son necesarios en todos los trabajos.